jueves, 14 de mayo de 2015

La imagen publicitaria (pecha kucha)


Una imagen vale más que mil palabras...

La importancia de la publicidad es dar a conocer al consumidor un producto y para esto ha de llamar su atención. Uno de los métodos que más se utilizan en la publicidad es el de crear imagenes impactantes, que a uno se le queden en la memoria.
Algunas teorías sobre la imagen establecen que la decodificación visual dependen del contexto, entendiendo como tal a "una situación particular definida por indicadores geográficos, temporales, psicológicos y sociales, en la cual se manifiesta una intención". El significado de una imagen depende de quien la ve, donde, cuando y cuál es su contexto social, económico, político y cultural. Generalmente, tiene un fin comercial, por lo que el creador de dicha imagen intenta llamar la atención de los potenciales consumidores. Su objetivo es vender un producto.
La publicidad es una forma de comunicación comercial que intenta incrementar el consumo de un producto o servicio a través de los medios de comunicación y de técnicas de propaganda. Su función es informar y persuadir. Su objetivo es vender un producto o servicio. A través de la investigación, el análisis y estudio de numerosas disciplinas, tales como la psicología, la neuroeconomía, la sociología, la antropología, la estadística y la economía, que son halladas en el estudio de mercado, se podrá desarrollar un mensaje adecuado para el público.
Desde que existen productos que comercializar, ha habido necesidad de comunicar la existencia de los mismos y la forma más común de publicidad ha sido la expresión oral. En Babilonia se encontró una tablilla de arcilla con inscripciones, que data de 3000 a. C. En España, en 1872, el pionero de la publicidad Rafael Roldós, fundo en Barcelona la primera agencia del país, que todavía sigue en activo.
Los tres componentes que construyen el discurso publicitario son: texto, que comprende todo lo escrito; imagen, que abarca todo tipo de dibujos, fotografías, etc.; voz - los spots televisivos o de la radio. Estos tres elementos, básicamente definen el concepto central comunicativo, o con otras palabras - es el mensaje que se quiere comunicar, pudiendo ser un mensaje de calidad, seguridad, confort, exclusividad, etc.
Hay dos formas de comunicar este mensaje: desde la denotación, que es el significado de la palabra o la cosa tal y como se presenta, en su sentido literal y fuera de cualquier contexto, o desde la connotación, que pretende inferir sentido a las palabras y los mensajes e incorpora significados subjetivos a la denotación. La comunicación publicitaria es denotativa cuando se comunican los atributos funcionales de la marca o el producto. Por su parte, el discurso connotativo incorpora aspectos emocionales del producto. Los discursos publicitarios se suelen mover entre el sentido denotativo y el connotativo y para que un mensaje asuma una u otra forma, o ambas, depende del soporte, del producto o marca y de los aspectos emocionales o funcionales.
La imagen debe ser atractiva, de gran calidad, debe adecuarse al lenguaje de los medios publicitarios donde se va a utilizar. Es imprescindible que sea fácilmente reconocible, identificativa, comprensible. Es importante que cuente con los colores más apropiados y que se adecúe al publico al que va dirigido. Debe ser capaz de sorprender. El mensaje que incluya debe ser breve y directo.
La mirada estética es menos analítica y supone para artistas y publicitarios un atajo para llegar a las emociones del receptor. La publicidad utiliza los lenguajes artísticos y los elementos expresivos que le permiten la construcción de mensajes emocionalmente significativos para su público, ya que son potentes estimulantes emocionales.
La Cultura Visual es la relación que existe entre el espectador y lo que mira. La mirar un objeto o un hecho, el espectador tiene que ver la conexión que éste establece con su historia, cultura, referente artístico, etc. Tiene que ver por qué se hizo esta obra y que intención tiene. "Ver no es creer, sino interpretar. Las imágenes visuales tienen éxito o fracasan en la medida en que podemos interpretarlas satisfactoriamente" (Mirzoeff, N.) Cultura visual son todas las imágenes, grabaciones o elementos visuales que constituyen nuestra sociedad actual. Nos aporta información, construye nuestra realidad. Gracias a las imágenes podemos tener conceptos de las cosas, ya sean reales o ficticias. Nos influye a la hora de entender el mundo, creándonos una serie de referentes de todo aquello que nos rodea.
La publicidad puede llegar a ser el proceso de comunicación más agresivo que soporta el ser humano. Utiliza cualquier tecnología que puede introducirse en nuestra sociedad, saturando nuestros sentidos.Estamos prácticamente invadidos por imágenes publicitarias que se transmiten de manera repetitiva y tienen una gran capacidad de persuasión. Y ya que es difícil ignorarla, podríamos aprovecharla, aunque el otro día hablamos en clase de lo difícil que es seleccionar contenidos adecuados, sobretodo cuando se trata del publico adolescente y que es complicado introducir valores, cuando hablamos de consumo. 

...un articulo interesante que leí en El País...

El valor de la educación

Cada vez está más claro que nuestra riqueza nacional obtenida en los largos años dorados del boom inmobiliario no fue a parar a la educación. La educación, como podemos comprobar un día sí y otro también, no es una de nuestras glorias nacionales, a diferencia, por ejemplo, del fútbol o, hasta no hace mucho, de los toros. Y aunque los políticos suelen hablar de la educación, la mayoría de ellos no sienten ninguna devoción hacia ella y prefieren, por el contrario, estimular la ignorancia, la burricie y la estupidez.
La educación en España provoca mucho ruido y poco debate. En términos generales, nuestros políticos sienten atracción por el poder, la comunicación, es decir, salir mucho en los medios, y por sus votantes, aunque solo por los más fieles. Como para lograr todo eso no necesitan estudiar, sentir el amor por el conocimiento, la educación les trae sin cuidado. Hablan, eso sí, de formación, pero, en realidad, quieren decir preparación, adquirir crédito profesional a través de un título, ganar dinero fácil y con rapidez. La formación es otra cosa.
Es un privilegio que no puede dejarse en manos de burócratas que desprecian a los profesores
Como ocurre con casi todo en la vida, no hay una única y simple verdad sobre la educación, pero hay un acuerdo bastante básico entre los especialistas en señalar que la educación significa el desarrollo integral de los individuos más allá de la preparación profesional, algo que incluye necesariamente comprender la naturaleza de las cosas y el mundo que nos rodea. La educación es una guía imprescindible para captar los entresijos de la sociedad tan compleja que hemos creado. Conocimiento, respeto por las personas y ambición por ampliar los estrechos horizontes de la pequeña comunidad de vecinos, familia y amigos en la que cada uno habitamos. Esas son tres cualidades básicas de la educación.
Con el trasfondo de la cruda crisis económica y de las altas tasas de paro que padecemos, a muchos les gusta repetir hasta la saciedad que nunca ha habido una generación tan bien formada como los jóvenes en la actualidad, lo cual, vista la historia de España de la mayor parte del siglo XX, no significa gran cosa. Ese tópico, un lugar común bastante generalizado también en los medios de comunicación, en las tertulias y en la calle, es el resultado, por un lado, de la confusión entre preparación profesional, aunque sea chapucera, y formación; y por otro, de un desconocimiento agudo y preocupante de lo que significa la educación.
Una persona educada debe ser capaz de pensar y escribir con claridad, comunicar con precisión y pensar críticamente, algo que debería ser un requisito imprescindible para los estudiantes universitarios. No hace falta conocer mucho las universidades españolas ni ser un especialista en educación para comprobar lo lejos que estamos de esa primera y fundamental premisa.
Una buena educación, además, debe proporcionar una apreciación crítica de las formas en que obtenemos el conocimiento y la comprensión de la sociedad, conocimientos básicos de los métodos experimentales de las ciencias, de los logros sociales, artísticos y literarios del pasado, de las principales concepciones religiosas y filosóficas que han guiado la evolución de la humanidad. No se puede ser provinciano, solo del pueblo o ciudad donde uno ha nacido, sin aspirar a aprender de verdad otros idiomas, ignorando a las otras culturas o los hechos históricos que han contribuido a configurar el presente. La educación debería servir también, por supuesto, para adquirir especialización o formación profesional en algún campo de conocimiento. De una persona educada, en fin, se espera que tenga algún conocimiento sobre los problemas éticos y morales, en constante cambio, que pueda ayudarle a formarse un juicio sólido y elegir entre las diferentes opciones.
El salto de la mera preparación, de un conocimiento informado, a una apreciación crítica de las cosas, a la formación profunda, puede resultar una ambición inalcanzable, pero hay que perseguirla con ahínco a través del estudio continuo, del estímulo del hábito de la atención, del arte de la expresión y del pensamiento crítico. Desarrollar los poderes del razonamiento y del análisis no es algo que se estimule mucho entre nosotros, dominados como estamos por la mentalidad de los tecnócratas y de los corredores de Bolsa, que animan a obtener beneficios inmediatos, con un desconocimiento supino de lo que significa organizar la enseñanza a largo plazo.
La educación es un privilegio que no puede dejarse en manos de los burócratas, de los amantes de las estadísticas y del currículo, de quienes desprecian a los profesores y limitan su autoridad ante los alumnos, los padres y la sociedad en general. En los tiempos en que vivimos, rodeados de ordenadores y tecnología moderna, la información puede adquirirse sin demasiada dificultad. La educación necesita mucho más, aunque en España todavía no nos hayamos enterado.
Julián Casanova es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza.

Practicum IES La Garrigosa







 Taller de Diseño, 2º ESO

La actividad consiste en hacer un ornamento floral, convertirlo en modulo y crear diferentes composiciones tanto en color, como en blanco y negro.

La finalidad: papel de regalo.

Objetivo: jugar con el color, con la expresividad de la linea y pasarlo bien.

Algunos trabajos realizados por mi en secundaria






hace ya 20 años...



...la mayoría tratan de realizar un modulo y repetirlo. Algo parecido hice durante mis practicas en IES La Garrigosa, con los alumnos del taller de diseño.

Una actividad muy fácil y divertida que hicimos el otro día en clase